Dieta cero grasa, azucar y carbohidratos, lo mejor para adelgazar rapido en salud.

 

Evidencia Científica, Dieta cero grasa, cero azucar, y Disminucion de los carbohidrato 


La dieta tradicional en Japón y otros países asiáticos, está basada en el arroz blanco. El grano de arroz pelado y lavado, tal y como se toma en estos países, es sobre todo almidón, y tiene un alto índice glucémico. Sin embargo, su población ha permanecido delgada, y a pesar de la entrada de la comida occidental, los índices de obesidad siguen siendo mucho más bajos que en Europa o EEUU.




Cómo quemar grasa

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Si creemos sin matices en las dietas bajas en carbohidratos, esto no tiene sentido. El arroz blanco se digiere rápidamente y se convierte en grandes cantidades de glucosa que pasan a la sangre. Esto produce una subida de insulina que hace que las células se pongan en modo almacenamiento. Si hay más glucosa que la que tu organismo necesita, entonces entra en las células del tejido adiposo y allí se convierte en grasa.

Al fin y al cabo es una transformación se da en la naturaleza todos los días. Las abejas fabrican cera (una grasa) a partir de la miel (un azúcar). Los cerdos engordan y acumulan tocino aunque solo coman grano (almidón). Este proceso es bien conocido y se llama de novo lipogénesis, fabricación de grasa a partir de azúcares, y en nuestro cuerpo tiene lugar en el hígado o el interior de las células de grasa.

Sin embargo, al dar a voluntarios humanos azúcar en exceso, se observó que no se transformaba en grasa más que en una cantidad muy pequeña, y que esto ocurría en la misma medida en personas obesas y delgadas. Los autores del estudio comprobaron que a pesar de dar a las voluntarias 390g de azúcar extra al día, ésta solo se convertía en de 3 a 8 gramos de grasa. El cuerpo prefería utilizar el exceso de azúcar como combustible, ya que es más eficiente que convertir azúcar en grasa , un proceso complejo y que consume energía.

Este modelo del uso de los combustibles del cuerpo humano, que es relativamente reciente, se explica más o menos así: tu cuerpo prefiere quemar azúcar a quemar grasa. Si comes las dos cosas (por ejemplo, un donut, pizza, galletas, o casi cualquier comida occidental) tu cuerpo usará los azúcares como combustible en primer lugar.

Siempre se puede forzar la máquina. En otro experimento dieron a unos adolescentes una cantidad enorme de carbohidratos (7.000 kcal, equivalente a casi dos kilos de azúcar) al día durante dos meses. De media ganaron 10 kilos de grasa, a pesar de haber consumido solo 4 kilos de grasa con la comida durante ese tiempo, así que en este caso la lipogénesis sí que tuvo un papel importante. Cuando aumenta tanto la cantidad de comida se ha comprobado que es el tejido adiposo, y no el hígado, el responsable de convertir esa azúcar en grasa. Sin embargo estas condiciones tan extremas es muy difícil que se den en la dieta de la mayoría de la gente.

Aunque el azúcar no se convierta en grasa, eso no quiere decir que no engorde, aunque sea de forma indirecta. Los carbohidratos, especialmente el azúcar en exceso, hacen que la insulina esté elevada. Esto detiene en seco la oxidación de grasas. Es decir, que mientras estamos comiendo azúcares, no podremos quemar nuestros depósitos. Como lo habitual es comer grasa y carbohidratos juntos, así que esa grasa de nuestra comida se almacenará

En definitiva, los carbohidratos por sí solos no engordan si no se da además un exceso de energía y grasa circulante. Con insulina alta y calorías de más en tu plato, las células del tejido adiposo se pondrán a almacenar.

Este es el motivo no hay grandes diferencias a la hora de perder peso entre las dietas moderadamente restrictivas altas en carbohidratos pero bajas en grasa y las dietas altas en grasa y bajas en carbohidratos. Las dos funcionan, aunque sean por mecanismos diferentes. Con mucha grasa y pocos carbohidratos hay menores niveles de insulina y pasas menos tiempo en modo almacenamiento. Con muchos carbohidratos la insulina está más alta, pero hay pocas grasas que almacenar, y los carbohidratos que comes casi no se transforman en grasa.

Así también se explica la paradoja de los japoneses. A pesar de una dieta con un elevado contenido en arroz blanco, un carbohidrato casi puro, la dieta tradicional era muy baja en grasa. En la dieta occidental, la combinación de carbohidratos y grasas hace que la comida sea mucho más apetecible y adictiva, y es mucho más fácil comer en exceso sin darnos cuenta.

Haz la prueba: si comes patatas hervidas a secas, te cansarás muy pronto. Ponles sal, aceite, mayonesa o mantequilla y entonces la historia cambia: duplicarás inmediatamente las calorías de tu plato, mejorarás el sabor y, si te descuidas, terminarás comiendo de más.


La dieta sin azúcar: todo lo que necesitas saber

Te damos 8 consejos para eliminar el azúcar de tu día a día.

Dieta-sin-azúcar

Al comenzar esta dieta tendrás que dejar todo lo relacionado con azúcar, a los primeros días de la dieta tu cuerpo sentirá la necesidad de ingerir azúcar por lo que experimentaras, cefalea, ansiedad por comer dulces, pero al cabo de unos días el cuerpo de acostumbrara y comenzaras a adelgazar de una forma que ni te imaginas, te sugiero que hagas ejercicio si quieres obtener un cambio parido, el ejercicio y esta dieta en combinación cambiaran tu metabolismo y tendrás un bienestar físico y mental, que no es mas que estar en salud. 

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El adulto promedio consume mucho más azúcar del necesario, por lo que reducir la ingesta de azúcar es una buena idea para la mayoría de las personas. Algunas personas dan un paso más e incluso cortan de raíz su relación con el azúcar.

Últimamente, la dieta sin azúcar ha ganado en popularidad a medida que las personas buscan formas efectivas de mantenerse sanas o de perder peso. Sin embargo, no todos están convencidos de que la dieta sin en azúcar funcione.

Ya sea que eliminemos por completo el azúcar de la dieta o simplemente reduzcamos la cantidad que tomamos, os ofrecemos 8 consejos prácticos:



1. Hazlo gradualmente

Una de las cosas más importantes a tener en cuenta al cambiar la dieta es hacerlo gradualmente. Pasar de una dieta llena de azúcar a una que no contenga azúcar debería ser un proceso lento. Podemos comenzar eliminando las fuentes más obvias de azúcar: pasteles, magdalenas... eliminar dulces y bebidas azucaradas es una excelente forma de empezar. Reducir la cantidad de azúcar que le ponemos al  café o al té también es esencial.

2. Lee las etiquetas

Una vez que has conseguido eliminar el azúcar más obvio de la dieta, puedes centrarte en otros productos que contienen azúcar. Leer las etiquetas puede ayudar a identificar los tipos de azúcares que se deben evitar. El azúcar tiene muchos nombres (al menos 61) y se encuentra en muchos jarabes y concentrados diferentes. Los más comunes incluyen: azúcar de caña o azúcar moreno, jarabe de maíz o jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, azúcar de remolacha, azúcar de coco, sirope de ágave, concentrado de zumo de manzana o uva, miel o panela. Además, cualquier cosa que termine con el sufijo "-osa" también conforma un tipo de azúcar, como la sacarosa, la glucosa, la dextrosa, fructosa o la lactosa

Los azúcares se esconden en muchos alimentos diferentes en el supermercado, por lo que leer la etiqueta es una necesidad absoluta para aquellos que quieren seguir una dieta sin azúcar.

Los aderezos para ensaladas y los condimentos, la salsa para pasta, los cereales para el desayuno, la leche y las barritas de cereales, a menudo contienen azúcar en su lista de ingredientes.



3. Evita los carbohidratos simples

Muchas dietas sin azúcar también recomiendan que las personas eviten los  carbohidratos simples. Los carbohidratos simples incluyen harina blanca, pasta blanca y arroz blanco. Los carbohidratos en estos alimentos se pueden descomponer rápidamente en azúcar en el cuerpo, lo que puede causar que aumenten los niveles de azúcar en sangre aumenten. Lo más sencillo es sustituirlos por versiones integrales.

4. Evita los azúcares artificiales

Son mucho más dulces que el azúcar, pero contienen poca o ninguna cantidad de calorías. Sin embargo, tomar azúcares artificiales puede engañar al cuerpo haciéndole creer que en realidad está comiendo azúcar. Esto puede exacerbar los antojos de azúcar de una persona, haciendo que sea más difícil para ellos seguir una dieta sin azúcar. Evitar Splenda, Stevia... Si buscas el nombre químico de estos edulcorantes en las etiquetas de ingredientes encontrarás: aspartamo, sucralosa o sacarina.

El consumo excesivo de azúcar está relacionado con obesidad y síndrome metabólico, diabetes tipo 2, presión arterial alta y colesterol, inflamación crónica, caries...

Los alimentos más saludables

Consejos 

LOS ALIMENTOS MÁS SALUDABLES

5. No bebas azúcar

El azúcar puede ser fácil de evitar en los alimentos procesados, pero las bebidas azucaradas, tales como los refrescos, los tés endulzados y los zumos de frutas, son una de las fuentes más importantes de azúcares añadidos en la dieta. Reemplazar estas bebidas con té de hierbas sin azúcar, café sin azúcar, agua mineral con gas o simplemente agua puede ayudarnos a reducir la ingesta de azúcar y mantenernos hidratado.

6. Céntrate en alimentos integrales

Los alimentos procesados tienen más probabilidades de contener ingredientes refinados o azúcares añadidos, así que debemos inclinarnos hacia alimentos como: vegetales, frutas, carnes magras, aves de corral o tofu, pescado, granos enteros, sin procesar y legumbres y  nueces y semillas.

7. Planifica las comidas

Seguir una dieta sin una planificación es difícil. Cuando tenemos hambre, es más probable que busquemos un refrigerio poco saludable si no tenemos comidas nutritivas y tentempiés a mano.

8. Condimenta tus comidas

El paladar a menudo echa de menos el azúcar porque no tiene otros sabores para reemplazarlo. Muchas hierbas y especias de sabor dulce pueden agregarse fácilmente a los alimentos y bebidas para reemplazar el azúcar. Podemos usar: canela, nuez moscada, cardamomo, vainilla... Podemos añadirlas al café o espolvorearlas sobre los cereales o el yogur.

Riesgos y consideraciones

Antes de comenzar una dieta sin azúcar, debes considerar si también quieres eliminar los azúcares naturales, esto es, aquellos que se encuentran en las frutas y algunos productos lácteos. Si bien algunas dietas sin azúcar dicen se debe eliminar la fruta, no es una buena idea. La fruta puede proporcionarnos muchos nutrientes, fibras, antioxidantes y otros compuestos saludables que ayudan a proteger al cuerpo de las enfermedades. Incluir las frutas enteras en una dieta sin azúcar puede ser saludable, siempre y cuando tomemos la fruta con moderación.

 

 





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